Este documento resalta la planeación como aquella que contempla un ciclo en el que se destaca como una de las grandes líneas del cambio hacia un enfoque integral del desarrollo urbano en Bogotá. Planear no es solamente preocuparse por realizar obras y establecer a qué normas deben ajustarse, sino un proceso dinámico y permanente en el cual, además de construir, es preciso evaluar lo construido para determinar si cumple la misión para la cual fue diseñado. Sólo si el ciclo de la planeación incluye mecanismos de seguimiento, evaluación y retroalimentación se pueden obtener herramientas que permitan diseñar e implementar planes a largo plazo y asegurar la sostenibilidad política, económica, social y ambiental. Lo cual significa también pasar de los proyectos puntuales a las operaciones estratégicas y adoptar la cultura de la planeación.