El informe demuestra que las ciudades prósperas son aquéllas que reconocen la importancia del espacio público (con diseños propios), en donde se tienen en cuenta los espacios destinados para los peatones, incluyendo los pasos suficientes a lo largo de una red. Resalta la importancia de integrar la multifuncionalidad de las calles para una mejor productividad y un aumento en la calidad de vida. El informe también muestra que la falta de conectividad de las calles aumentan la exclusión social y genera desigualdades.