La Directora Nadime Yaver Licht explicó que la relación entre espacio público y paisaje urbano se ha hecho evidente en la planeación del desarrollo urbano de Bogotá desde principios del siglo XX, junto con la necesidad de la protección y restauración de las estructuras naturales, a través de la integración de los humedales, cerros, páramos y lagos que aún persisten en los grandes proyectos de impacto urbano y regional. Prueba de ello es que el gobierno de la ciudad ha planteado el entendimiento y la intervención del espacio público que va más allá de las intervenciones físico espaciales, reconociendo su rol en la construcción colectiva de comunidad; en este sentido, el espacio público se aborda cómo el sistema estructurante del territorio que articula lo público, lo colectivo y lo privado, tanto natural como construido, con el fin de dar sentido a su función como escenario de acción social entre actores públicos, privados y de la sociedad civil, convergiendo en un concepto del Paisaje Urbano que es cambiante y evoluciona al paso del crecimiento y movimiento de la ciudad.
Afirmó: “El objetivo es transformar la ciudad a través del cambio cultural, voluntario y activo de los habitantes de Bogotá frente al adecuado uso y disfrute del espacio público para modificar su concepción,
disposición y relación con el paisaje evolutivo”.
Finalizó su intervención formulando una interesante pregunta: ¿Cuál es el modelo de espacio público que mejor promueve la equidad en la ciudad? Para contestar, Yaver afirmó que se debe tener en cuenta que la calidad de vida de las personas se encuentra condicionada por los espacios públicos en los que habitan. Una ciudad compacta, que se mueve en transporte público y bicicleta, reduciendo el consumo de energía y las emisiones de CO², y con un espacio público sostenible, dotada de parques y alamedas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, tiene en apariencia todos los números para ser buena fomentadora de la equidad deseada.