Desde hace algunos meses se han vuelto populares en Bogotá las patinetas eléctricas que funcionan mediante aplicaciones móviles y que son alquiladas dependiendo del tiempo de uso y la distancia recorrida.
Para acceder a esos dispositivos es necesario descargar una aplicación, registrarse y realizar un pago mediante una tarjeta de crédito. Posteriormente y a través de un sistema GPS, el celular ubica la patineta más cercana que es activada mediante la descarga de un código de barras.
Luego de usar este vehículo, el usuario la desactiva con su celular y le toma una foto para evidenciar que se dejó en buen estado, para que cualquier otra persona pueda hacer uso de ese vehículo.
Esa dinámica de uso ha generado una polémica sobre el uso del espacio público. Pese a que son vehículos pequeños, el Distrito alega que con esta práctica se configura una infracción, por lo que se han realizado operativos para inmovilizar estas patinetas e imponer multas a las empresas propietarias.
Las autoridades distritales explicaron que en ocasiones muchos de estos artefactos son dejados en un mismo punto, ocasionando una invasión del espacio público y obstaculizando la movilización de los peatones.
Sin embargo, decenas de ciudadanos defienden esta alternativa como un efectivo medio de transporte que ayuda a descongestionar tanto el transporte público como las vías, y que además es amigable con el medio ambiente, ya que las patinetas son 100% eléctricas.
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